La Secretaria de Educación Pública acaba de notificar que sacara la comida chatarra de las escuelas, acción que, será paulatina y en etapas, en donde la primera de ellas se hará efectiva a partir del próximo ciclo escolar.
Medida ingenua, que pretende tapar el sol con un dedo, al verdadero problema de la obesidad y/o desnutrición en los infantes de Mexico y para el caso que nos ocupa, de nuestro estado de Coahuila. El que no vendan comida chatarra en las cooperativas o tienditas en el interior de los planteles, no es el problema de que los chamacos estén mal alimentados y que sea Coahuila uno de los estados con el índice más alto en obesidad infantil. La razón fundamental de que los chamacos estén panzones y/o mal alimentados, es debido a que no tienen una dieta alimenticia adecuada por descuido, desinterés o desconocimiento de los padres. Punto.
La medida, aunque buena, no es la solución al problema de fondo. Yo creo que las estrategias para que los niños y jóvenes tengan una buena salud, esta más allá de las aulas escolares, donde nosotros los padres somos los únicos responsables de la cultura alimenticia adecuada de nuestros hijos con pasatiempos y actividades deportivas acordes a su edad. Nadie más que nosotros debe estar interesado en inculcar la buena alimentación y el correcto ejercicio de los muchachos.
Vayan ustedes al exterior de la mayoría de los planteles educativos públicos como el CBTIS, la Tecnica o la Secundaria Benito Juárez y verán a los muchachos tirados en las banquetas de los Oxxos o de las Farmacias Guadalajara comiendo sin control comidas chatarras. Desayunan panques Bimbo o gansitos con coca cola y comen sabritas y churrumais con refrescos de cola. Los carrucheros siguen ahí vendiendo toda clase de frituras insalubres inclusive al exterior del IMSS donde se supone que deben controlar ese alimento a los niños, a una cuadra de los planteles educativos sin que los inspectores escolares y las autoridades hagan nada.
¿Hará algo la SEP para que esos establecimientos no les vendan comida chatarra a los jóvenes?, ¿Por qué andan los chamacos fuera de las escuelas en horarios de clases? ¿Por qué venden bebidas embriagantes frente a las escuelas como el CBTIS y el Montesori? Son preguntas que siempre quedan sin respuesta mientras los profesores y trabajadores de la educación se enfrascan en una huelga inútil para medir sus fuerzas políticas.
Espérense, espérense. Yo no digo que en mi no muy lejana infancia haya dejado de disfrutar de las delicias que venden los carrucheros. Les juro que fui su cliente cautivo durante los recreos comiendo las jícamas y naranjas con chile y mi madre contribuyo con el tostón diario a que disfrutara esos manjares. Pero esos excesos lo sacábamos del organismo el mismo día caminando diariamente más de 20 cuadras de la escuela a la casa y todas las tardes jugábamos los deportes de temporada en los campos de Fisher sin importar que era tiempo de frio o calor. Son ahora otros tiempos donde la comida chatarra se reposa jugando al XBOX mientras se engullen una pizza con coca.
Qué bueno que van a dejar de vender la comida chatarra en las instituciones escolares, pero el gran problema está en el exterior, en la casa y en las calles, donde es tierra de nadie.
Nos Vemos…
Medida ingenua, que pretende tapar el sol con un dedo, al verdadero problema de la obesidad y/o desnutrición en los infantes de Mexico y para el caso que nos ocupa, de nuestro estado de Coahuila. El que no vendan comida chatarra en las cooperativas o tienditas en el interior de los planteles, no es el problema de que los chamacos estén mal alimentados y que sea Coahuila uno de los estados con el índice más alto en obesidad infantil. La razón fundamental de que los chamacos estén panzones y/o mal alimentados, es debido a que no tienen una dieta alimenticia adecuada por descuido, desinterés o desconocimiento de los padres. Punto.
La medida, aunque buena, no es la solución al problema de fondo. Yo creo que las estrategias para que los niños y jóvenes tengan una buena salud, esta más allá de las aulas escolares, donde nosotros los padres somos los únicos responsables de la cultura alimenticia adecuada de nuestros hijos con pasatiempos y actividades deportivas acordes a su edad. Nadie más que nosotros debe estar interesado en inculcar la buena alimentación y el correcto ejercicio de los muchachos.
Vayan ustedes al exterior de la mayoría de los planteles educativos públicos como el CBTIS, la Tecnica o la Secundaria Benito Juárez y verán a los muchachos tirados en las banquetas de los Oxxos o de las Farmacias Guadalajara comiendo sin control comidas chatarras. Desayunan panques Bimbo o gansitos con coca cola y comen sabritas y churrumais con refrescos de cola. Los carrucheros siguen ahí vendiendo toda clase de frituras insalubres inclusive al exterior del IMSS donde se supone que deben controlar ese alimento a los niños, a una cuadra de los planteles educativos sin que los inspectores escolares y las autoridades hagan nada.
¿Hará algo la SEP para que esos establecimientos no les vendan comida chatarra a los jóvenes?, ¿Por qué andan los chamacos fuera de las escuelas en horarios de clases? ¿Por qué venden bebidas embriagantes frente a las escuelas como el CBTIS y el Montesori? Son preguntas que siempre quedan sin respuesta mientras los profesores y trabajadores de la educación se enfrascan en una huelga inútil para medir sus fuerzas políticas.
Espérense, espérense. Yo no digo que en mi no muy lejana infancia haya dejado de disfrutar de las delicias que venden los carrucheros. Les juro que fui su cliente cautivo durante los recreos comiendo las jícamas y naranjas con chile y mi madre contribuyo con el tostón diario a que disfrutara esos manjares. Pero esos excesos lo sacábamos del organismo el mismo día caminando diariamente más de 20 cuadras de la escuela a la casa y todas las tardes jugábamos los deportes de temporada en los campos de Fisher sin importar que era tiempo de frio o calor. Son ahora otros tiempos donde la comida chatarra se reposa jugando al XBOX mientras se engullen una pizza con coca.
Qué bueno que van a dejar de vender la comida chatarra en las instituciones escolares, pero el gran problema está en el exterior, en la casa y en las calles, donde es tierra de nadie.
Nos Vemos…