Preparémonos para recibir una andanada de publicidad política en estas fechas. Que no se nos haga raro que de repente, en nuestro vehículo aparezca una calcomanía indeseable, o un banner que nosotros no pusimos en la defensa de nuestro vehículo y lo andemos luciendo por todas las calles de este Piedras Negras, que se debate en la indecisión del “por quién votar" para que sea nuestro próximo presidente municipal.
La verdad, no es para tanto. Está bien que haya un fervor ciudadano por las campañas políticas que haga que la gente se anime a salir a votar, pero de eso a caer en el repudio, en la agresión, y en la ofensa porque tu candidato no es el de otros, hay un trecho muy grande. O el sentir temor a las represalias que puediera llegar a tener en contra tuya si se sienta en la silla presidencial un candidato diferente al tuyo, si aquel se dio cuenta que le ibas al contrincante. Gane o no el candidato de nuestra preferencia, tenemos todo el derecho de exigir un buen gobierno. Se siente en la silla presidencial el PRI, el PAN o el Verde Ecologista, su representante tiene la obligación de velar por el bienestar de la ciudadanía y que quede bien claro, no estará haciéndonos un favor. Estará muy bien pagado, trabajando por cuatro años únicamente gracias a Dios y a la Constitución, para y por nosotros.
Eso de las encuestas es una farsa. Como es posible que nos quieran hacer creer que a dos días de iniciadas las campañas políticas la ciudadanía ya se haya manifestado por medio de una encuesta por alguno de los candidatos. No ofende la noticia de la supuesta encuesta a 8 columnas, lo que ofende es el concepto de ciudadanos que nos tienen catalogados.
Fíjense; Si yo le voy a “Beto” (Dr. Ángel Humberto García Reyes), a “Pepe” (Lic. José Manuel Maldonado Maldonado) o al “Terco” (Sr. Juan Antonio Perales) es decisión mía únicamente, pero no tengo porque sentir repudio por los que le van a un candidato diferente al mío o no tengo que abandonar el lugar donde asista un candidato si mi partido es de otro por temor a las criticas. Hasta a esas alturas hemos llegado con eso de las campañas políticas aquí en Piedras Negras.
Entonces no podré ponerme mi camisa roja hasta que pasen las elecciones porque no vaya a ser que “Beto” se moleste conmigo ya que es el color que identifica a “Pepe”, ni mi polo blanca porque es el que identifica a “Beto” y “Pepe” se me pueda molestar. Por cierto; tampoco voy a poder ponerme la camisa verde que me regalo m’hija porque se van a sentir “Pepe” y “Beto” ya que es el color que identifica al “Terco”. Con eso de los apodos, colores y logotipos, traen mareada a la poblacion.
Son otros tiempos. No me imagino las campañas políticas de hace 40 años identificando a candidatos a la presidencia municipal como Don Tomas de los Santos con el apodo del “Tomy” o la de don Raúl de Luna Fisher como “Rule.” Por eso y otras cosas mas, la ciudadania les falta el respeto a los actuales alcaldes cuando antes se les veia con un autentico respeto.
Por otra parte; tengan la seguridad que los candidatos nos van a prometer en un mes lo que no podrán cumplir en cuatro años. Nos propondrán ahora sí un cambio, mejoras para tu familia, mayor seguridad, servicios de excelencia, honestidad y bla bla bla. Yo insisto que si el dinero (nuestro por cierto) que se gastan en campañas políticas o en la promoción al voto por parte del IFE se asignaran a obras indispensables en nuestra ciudad se beneficiarían miles de gentes. Si los patrocinadores de los políticos gastaran esas inmensas cantidades de dinero en ayudar a la gente necesitada, a sus trabajadores o a sus iglesias en vez de invertirle al candidato presidencial, otra cosa seria nuestro pueblo. Pero no, esa inversión buscarán recuperarla de inmediato al 10 por uno, una vez que se siente en la silla su gallo.
Vaya que es importante un cambio!. Un cambio de actitud, un cambio radical de espíritu de servicio, pero sobre todo un cambio de personal que esté al frente de las diferentes dependencias del gobierno municipal. Porque ¿de que sirve que se cambie de presidente cada cuatro años si los que dirigen las oficinas y dan atención directa a la ciudadania son los mismos?. Se requiere un cambio radical que cimbre la estructura gubernamental del municipio desde sus bases, con gente nueva, con nuevas actitudes y con ideas y espíritu de servicio de vanguardia, sea del color, apodo o logotipo que sea.
Nos vemos…
La verdad, no es para tanto. Está bien que haya un fervor ciudadano por las campañas políticas que haga que la gente se anime a salir a votar, pero de eso a caer en el repudio, en la agresión, y en la ofensa porque tu candidato no es el de otros, hay un trecho muy grande. O el sentir temor a las represalias que puediera llegar a tener en contra tuya si se sienta en la silla presidencial un candidato diferente al tuyo, si aquel se dio cuenta que le ibas al contrincante. Gane o no el candidato de nuestra preferencia, tenemos todo el derecho de exigir un buen gobierno. Se siente en la silla presidencial el PRI, el PAN o el Verde Ecologista, su representante tiene la obligación de velar por el bienestar de la ciudadanía y que quede bien claro, no estará haciéndonos un favor. Estará muy bien pagado, trabajando por cuatro años únicamente gracias a Dios y a la Constitución, para y por nosotros.
Eso de las encuestas es una farsa. Como es posible que nos quieran hacer creer que a dos días de iniciadas las campañas políticas la ciudadanía ya se haya manifestado por medio de una encuesta por alguno de los candidatos. No ofende la noticia de la supuesta encuesta a 8 columnas, lo que ofende es el concepto de ciudadanos que nos tienen catalogados.
Fíjense; Si yo le voy a “Beto” (Dr. Ángel Humberto García Reyes), a “Pepe” (Lic. José Manuel Maldonado Maldonado) o al “Terco” (Sr. Juan Antonio Perales) es decisión mía únicamente, pero no tengo porque sentir repudio por los que le van a un candidato diferente al mío o no tengo que abandonar el lugar donde asista un candidato si mi partido es de otro por temor a las criticas. Hasta a esas alturas hemos llegado con eso de las campañas políticas aquí en Piedras Negras.
Entonces no podré ponerme mi camisa roja hasta que pasen las elecciones porque no vaya a ser que “Beto” se moleste conmigo ya que es el color que identifica a “Pepe”, ni mi polo blanca porque es el que identifica a “Beto” y “Pepe” se me pueda molestar. Por cierto; tampoco voy a poder ponerme la camisa verde que me regalo m’hija porque se van a sentir “Pepe” y “Beto” ya que es el color que identifica al “Terco”. Con eso de los apodos, colores y logotipos, traen mareada a la poblacion.
Son otros tiempos. No me imagino las campañas políticas de hace 40 años identificando a candidatos a la presidencia municipal como Don Tomas de los Santos con el apodo del “Tomy” o la de don Raúl de Luna Fisher como “Rule.” Por eso y otras cosas mas, la ciudadania les falta el respeto a los actuales alcaldes cuando antes se les veia con un autentico respeto.
Por otra parte; tengan la seguridad que los candidatos nos van a prometer en un mes lo que no podrán cumplir en cuatro años. Nos propondrán ahora sí un cambio, mejoras para tu familia, mayor seguridad, servicios de excelencia, honestidad y bla bla bla. Yo insisto que si el dinero (nuestro por cierto) que se gastan en campañas políticas o en la promoción al voto por parte del IFE se asignaran a obras indispensables en nuestra ciudad se beneficiarían miles de gentes. Si los patrocinadores de los políticos gastaran esas inmensas cantidades de dinero en ayudar a la gente necesitada, a sus trabajadores o a sus iglesias en vez de invertirle al candidato presidencial, otra cosa seria nuestro pueblo. Pero no, esa inversión buscarán recuperarla de inmediato al 10 por uno, una vez que se siente en la silla su gallo.
Vaya que es importante un cambio!. Un cambio de actitud, un cambio radical de espíritu de servicio, pero sobre todo un cambio de personal que esté al frente de las diferentes dependencias del gobierno municipal. Porque ¿de que sirve que se cambie de presidente cada cuatro años si los que dirigen las oficinas y dan atención directa a la ciudadania son los mismos?. Se requiere un cambio radical que cimbre la estructura gubernamental del municipio desde sus bases, con gente nueva, con nuevas actitudes y con ideas y espíritu de servicio de vanguardia, sea del color, apodo o logotipo que sea.
Nos vemos…
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