14 de mayo de 2008

Peligro Al Volante


Que bueno que alguien se preocupa por asegurarles a los padres de familia que el transporte escolar que lleva a sus hijos a las escuelas, cuente con todas las medidas de seguridad, limpieza y comodidad necesarias para que el infante llegue a su destino sano y salvo. Así debería de ser siempre. Que los chicos lleguen a los salones con su copetito bien peinado, su ropa impecable y sin apestar a gasolina y sudor. Si señor, así es como se supone que los chavitos deben llegar a su escuela. Ya de regreso es otra cosa. Si llegan embarrados al chile de la jícama, con las rodillas del pantalón despintadas, con los zapatos raspados, los codos nejos y con el pelo al estilo del cronista de la ciudad, eso es otro boleto.

Que bueno que las autoridades de la SCT local, por instrucciones de quien haya sido, se van a poner a trabajar en lo que deberían haber hecho desde hace mucho tiempo. A exigirles a los concesionarios del transporte escolar que cumplan con los requisitos mínimos para asegurar que los alumnos se transporten con la seguridad adecuada, sin riesgos y retrasos innecesarios. Pero también deben de exigir a los cafres y a las cafras (parafraseando al Sr. de las botas) que de perdido reciban un cursito de “drive friendly”, que respeten los señalamientos de transito y sobre todo que estén concientes (en caso de que tengan una pizca de conciencia) que transportan niños (el futuro de nuestra ciudad) y no bultos de papas. Ah y que tengan licencia. Porque no se ustedes, pero yo he visto cada ejemplar de ambos sexos (hembras y machos), manejando esos cacharros desde donde la barbajanería les pulula y les brota.

Quien habrá tenido la ocurrencia de otorgarles los permisos para que transportaran niños en esas condiciones? Quien supervisa que el “futuro de nuestro Piedras Negras” sea transportado con la seguridad debida? Seguramente la papa caliente se la aventarán entre los directores de las instituciones educativas, los padres de familia y las autoridades para evadir su responsabilidad, pero hasta que les suceda un accidente a los niños por andar montados en esas garraletas las “autoridades competentes” pondrán cartas en el asunto.

Esta supervisión no es solamente responsabilidad de los de la SCT. Aparte de ellos, es de transito, del secretario de gobierno, de los regidores y sobre todo, de los padres de familia y los directores de las escuelas, los cuales ni duden que están metidos en el negocito para su beneficio personal o de algún familiar o compadre. Así se estila en nuestro México lindo y querido. Por cierto, la responsabilidad también recae en todos nosotros para denunciar este constante riesgo para los niños.

Según el censo de la SCT local, de las 92 unidades que están registradas (que conste; que están registradas) 46 de ellas no cuentan con los requisitos para ofrecer el servicio de transporte. ¡Que descubrimiento!. Y yo me pregunto, ¿entonces, porque si esas unidades de transporte no cuentan con los requisitos les permiten que den el servicio poniendo en latente riesgo la vida de los niños?. ¿Porque las autoridades escolares y municipales solapan a los concesionarios permitiéndoles un plazo para transportar niños de 40 a 90 días mas para que regularicen las malas condiciones de las unidades de transporte?. O sea que durante ese lapso nos aseguran que no habrán de suceder accidentes ¿o que? Que barbaridad. Si el transportista no cumple con los requisitos ¿para que dar plazo a la inseguridad? Las deben de arreglar o parar las unidades de inmediato, así de simple ¿no?. ¿Para que tanto brinco estando el suelo tan parejo? Verán que de inmediato las arreglan o se compran otra que cumpla con las medidas de seguridad. Ah que autoridad tan zonza, por eso estamos como estamos.

En 90 días mas estarán los escuincles de vacaciones hombre! y cuando inicie el próximo año escolar se les habrá olvidado los requisitos mínimos para obtener una licencia de transporte escolar, las emitirán como si fueran volantes y veremos a las y los cafres al volante manejando chatarras impunemente por toda nuestra ciudad, claro, con el consiguiente riesgo para los niños. Si señores, sin que nadie los moleste.

Nos vemos….en 90 días.

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