Temor ciudadano...

Vive nuestro Piedras Negras días de temor, incertidumbre y pánico. Los robos a casas habitación y negocios se han incrementado ante la pasividad de las autoridades policiacas quienes se han visto rebasados por los delincuentes en fuerza y cantidad de elementos. Nos da miedo dejar sola nuestra casa tan siquiera para ir a comprar el mandado. Vemos moros con tranchete por todos lados y razón no nos falta. Si pasa un pedigüeño nos esperamos hasta que haya dado vuelta a la esquina para poder salir, vemos con recelo a los albañiles que están a media cuadra porque suponemos que ellos son los que esperan una oportunidad para entrar a la casa y robarnos lo poco o mucho que ahí tenemos, vigilamos por entre las cortinas todos los carros que pasan frente a nuestro hogar y hasta nos fijamos si el individuo del vehículo haya fijado su mirada hacia nuestra casa.

 La paranoia se apodero de nuestra costumbre de vivir.

¿Que 35 policías renunciaron a su trabajo? Claro, como no lo iban a hacer con el peligro diario que corren y siendo el blanco de asesinos, critica ciudadana y prensa, con un salario de risa y con herramientas de trabajo viejas e inútiles. Esta tan dura la crisis que para llevar el chivo a la casa no les queda de otra que arriesgar su vida. Como decia papá, ¿cómo estará la perra de brava, que hasta a los de la casa muerde?

La disciplina castrense les ha indigestado. No están impuestos a recibir órdenes del tipo que da la milicia. Nuestros policías son muy…..sensibles, muy…..buenos, como para que les den ordenes a gritos y que les lleven un horario y una disciplina férrea. Son muy sentidos ellos y les gusta que el jefe los apapache. No los comprenden.

Mientras los generales estén en las oficinas dando órdenes y la tropa sean los mismos policías de toda la vida y ahora muchísimos menos que antes, la inseguridad seguirá igual o poquito peor en el pueblo. Mientras una gran cantidad de patrullas cuidan el Jefe de Policía y al Presidente Municipal en los lugares donde andan ante el justo temor de un atentado, todas las colonias del pueblo están sin vigilancia efectiva. Mientras hacen retenes donde se concentra a los pocos policías para infraccionar choferes, los delincuentes andan a sus anchas en las colonias viendo que casa está sola para entrar a robar a sus anchas. Se requiere que hasta los de mero abajo sean también militares para que a los cacos les de miedo hasta respirar.

Y luego para acabarla esta el inútil 066. Si se te ocurre hablar para solicitar apoyo policiaco en tu colonia te va a contestar una “maistra” que pregunta el color es la camisa del sospechoso, el color y las placas de su carro o bicicleta y toda una encuesta idiota para poder enviar la patrulla a vigilar. No pues déjeme salir a tomar esos datos, le dije. Ninguna estrategia, ningún plan, ningún proyecto está establecido en esa benemérita institución. Lo dicho, nuestra fuerza de seguridad fue rebasada hasta por los raterillos más comunes y corrientes.

Y ahora, ¿quién podrá salvarnos?

Nos vemos…