1 de septiembre de 2009

Tina y Nina...


Cuando deje mi casa para salir a estudiar allá por inicios de los 70’s mi equipaje consistía de ropa, ilusiones.... y una colcha. Un artículo que siempre me acompaño durante mi época de estudiante en Saltillo y luego en Guadalajara fabricada a mano por mis tías abuelas, en lana virgen y con tela adornada en vivos azules, celestes, blancos y negros. Durante las noches frías y los días del agobiante descanso estudiantil, esa colcha me abrazaba como lo hicieron ellas. Estoy convencido de que cuando la estaban haciendo, sabían que cuando yo la usara, por medio de aquella colcha, ellas estarían conmigo.

Tina y Nina no necesitaban las palabras para expresar su amor por nosotros. No necesitaban lanzar una sonora carcajada para mostrarnos su alegría de vivir y compartir su vida con nosotros. No necesitaban hablar para entablar una larga conversación. Su sola presencia nos alegraba el momento y su canto era su contagiosa sonrisa. Para ninguno de nosotros pasaron desapercibidas y su vida, tuvo caso. Nos dejaron amor en los recuerdos.

Sus manos eran alas de mariposa que expresaban sus sentimientos. Sus hermosos ojos eran cómplices que cuando los coordinaban con estas, el ambiente en la casa de mi abuela o de mis tías era alegremente ensordecedor. Siempre estaban sonriendo. Siempre tenían algo dulce que decirnos. Eran de aquellas personas que endulzan la vida de otros, sin saber que lo hacian.

A ese tipo de personas, Dios les tiene un lugar reservado en el Cielo. Vienen a este mundo únicamente para hacer feliz a los que rodean. Son Ángeles que El nos envía para que conozcamos su infinita bondad.

Se fue Nina. No será largo su camino al Cielo donde la esperan con los brazos abiertos Tina y mi abuelita.

No será largo su camino, porque ya estaba ahí antes de irse.

Nos vemos…

5 comentarios:

paty zacarias dijo...

Si , en efecto TINA Y NINA no necesitaron hablar... sus manualidades, sus huevos de pascua, sus recibimientos llenos de amor para todos,estaran en nuestra mente por siempre...

Francisco G. Sanchez dijo...

Hasta parece que estoy leyendo a Garcia Marquez. Saludos!

Anónimo dijo...

Son incontables las anecdotas de las queridisimas Tina y Nina..yo siempre he dicho que las personas no mueren....cuando se recuerdan...y ellas seran por siempre inolvidables y estaran presentes en la vida de todos los que las quisimos. Descanse en paz nuestra amada Nina. GLORIA.

Beba García Gzz dijo...

He aquí un ejemplo de vida, el darse a los demás con amor y devoción. No necesitamos de ejemplos de personajes famosos para "aprender a vivir felices". Este es un ejemplo de dos MUJERES que en su sencillez fueron e hicieron felices a los demás entregandose con todo su amor.

No cabe duda que Dios en el cielo tiene un lugar especial para ellas.
Y todo mi respeto también para sus hijos-sobrinos,que han cuidado de sus padres y de ellas como otras mamás que Dios les regaló.
Otro ejemplo de amor, devoción y respeto de los hijos hacia los padres.
Con toda mi admiración:
Beba

Tia Armida dijo...

Ustedes ya lo dijeron todo.... Siempre las tendremos en nuestro corazòn... fuimos privilegiados quienes convivimos con ellas...Como siempre, Javiercito, me conmueven tus recuerdos porque tambièn son los mìos... Yo tambièn conservo la "colcha".....