Habíamos planeado salir de vacaciones por carro para recorrer la ruta de la independencia pero desistimos de la idea. El programa comprendía irnos directamente a Querétaro, después viajar a Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, Guanajuato, Morelia y terminar nuestro viaje en Guadalajara tranquilos, sin apuros y con tiempo suficiente para disfrutar los sitios, paisajes, clima, comida y lectura pero la verdad después de valorar la situación del peligro que actualmente representa viajar por las carreteras de México cancelamos el viaje. Preferimos irnos por carretera a varios puntos de los Estados Unidos y en el trayecto visitar familiares y amigos. Claro, nos resultó un viaje más caro económicamente, pero muchísimo más seguro y más tranquilo. Disfrutamos cada milla que recorrimos y en los hoteles, gasolineras y retenes (muy pocos por cierto) recibimos únicamente respeto y amabilidad.
No podemos comparar. Nuestro México es rico en historia y tradiciones, pero en seguridad para el viajero estamos como a 4 cuadras del desfile.
Mientras hacíamos el recorrido por la Unión Americana platicábamos con amargura de lo que nos perdimos al estar prácticamente imposibilitados de viajar por carretera en la República Mexicana. El tener que prescindir de nuestra rica historia y de los paisajes que nuestro país ofrece al turista nacional y extranjero por el riesgo que representa viajar con tu familia por las carreteras de México, nos llena de rabia y vergüenza.
Recientemente una familia muy conocida de nuestra comunidad fue asaltada impunemente en la carretera a Zacatecas. Los delincuentes con toda premeditación habían escogido a sus víctimas y con un despliegue de organización e impunidad ejecutaron el asalto. La familia nada pudo hacer y ninguna autoridad los pudo ayudar. En unos minutos perdieron sus pertenencias y sufrieron la angustia de perder sus vidas en la carretera.
Prácticamente es imposible viajar a México tranquilamente por carretera. Si no te detienen los retenes de la Policía Federal, te detienen los soldados quienes te revisan como si uno fuera un delincuente y mucho más si el vehículo en donde uno viaja trae placas americanas. Para ellos todos somos delincuentes hasta que no les demostremos lo contrario. Te bajan del vehículo, revisan tus maletas metiendo sus manos entre la ropa y esculcan el interior del vehículo como si transportáramos armas y drogas, mientras que por las veredas no muy lejos de sus puntos de revisión, los verdaderos maleantes pasan en la noche y con las luces apagadas a toda velocidad lo que buscan entre la gente de bien.
En nuestro México lindo y querido hay muchos sitios que conocer. Nuestros hijos tienen la inquietud de saber nuestra historia y conocerla en vivo es una experiencia inolvidable solo que actualmente es un peligro llenarse de cultura en nuestro país.
Nos Vemos…
No podemos comparar. Nuestro México es rico en historia y tradiciones, pero en seguridad para el viajero estamos como a 4 cuadras del desfile.
Mientras hacíamos el recorrido por la Unión Americana platicábamos con amargura de lo que nos perdimos al estar prácticamente imposibilitados de viajar por carretera en la República Mexicana. El tener que prescindir de nuestra rica historia y de los paisajes que nuestro país ofrece al turista nacional y extranjero por el riesgo que representa viajar con tu familia por las carreteras de México, nos llena de rabia y vergüenza.
Recientemente una familia muy conocida de nuestra comunidad fue asaltada impunemente en la carretera a Zacatecas. Los delincuentes con toda premeditación habían escogido a sus víctimas y con un despliegue de organización e impunidad ejecutaron el asalto. La familia nada pudo hacer y ninguna autoridad los pudo ayudar. En unos minutos perdieron sus pertenencias y sufrieron la angustia de perder sus vidas en la carretera.
Prácticamente es imposible viajar a México tranquilamente por carretera. Si no te detienen los retenes de la Policía Federal, te detienen los soldados quienes te revisan como si uno fuera un delincuente y mucho más si el vehículo en donde uno viaja trae placas americanas. Para ellos todos somos delincuentes hasta que no les demostremos lo contrario. Te bajan del vehículo, revisan tus maletas metiendo sus manos entre la ropa y esculcan el interior del vehículo como si transportáramos armas y drogas, mientras que por las veredas no muy lejos de sus puntos de revisión, los verdaderos maleantes pasan en la noche y con las luces apagadas a toda velocidad lo que buscan entre la gente de bien.
En nuestro México lindo y querido hay muchos sitios que conocer. Nuestros hijos tienen la inquietud de saber nuestra historia y conocerla en vivo es una experiencia inolvidable solo que actualmente es un peligro llenarse de cultura en nuestro país.
Nos Vemos…
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