Varias empresas transnacionales como la Pepsi y Citigroup anunciaron el despido de miles de empleados para amainar los estragos de la crisis mundial que nos aqueja. Las medidas anunciadas por estas empresas se suman a otras transnacionales que en un intento para reducir gastos deciden mandar gente a la calle o recortarles tiempo de labores. Acá en nuestro México lindo y querido, empresas privadas y de gobierno tambien anuncian recortes de personal en paralelo a reducciones importantes de gastos e inversiones para el presente ejercicio y el INEGI acaba de informar que el desempleo en México sube al 4.2 % de la Población Económicamente Activa (PEA) en el tercer trimestre del 2008 y para el reciente cierre del año se incrementó significativamente según los gurús de las finanzas publicas.
En lo local, la situación no puede ser más delicada. Se nos anuncian paros técnicos, recortes de personal, cancelación de inversiones y toda una gama de estrategias para enfrentar la crisis financiera que ha llegado para quedarse por un buen rato. La industria maquiladora, uno de los motores que impulsan nuestro desarrollo económico anuncia estas medidas que afectaran a cientos si no a miles de personas que trabajan directa e indirectamente en ella. La presidencia municipal, otra de las fuentes de empleo importantes del municipio da la noticia de recortes de personal y presupuesto y en general la industria y el comercio sienten ya los estragos de la crisis.
En lo local, la situación no puede ser más delicada. Se nos anuncian paros técnicos, recortes de personal, cancelación de inversiones y toda una gama de estrategias para enfrentar la crisis financiera que ha llegado para quedarse por un buen rato. La industria maquiladora, uno de los motores que impulsan nuestro desarrollo económico anuncia estas medidas que afectaran a cientos si no a miles de personas que trabajan directa e indirectamente en ella. La presidencia municipal, otra de las fuentes de empleo importantes del municipio da la noticia de recortes de personal y presupuesto y en general la industria y el comercio sienten ya los estragos de la crisis.
Esto ya no me esta gustando… yo mejor me voy para Nava!
Ante la crisis que agobia a las empresas se hace sumamente indispensable que estas apliquen estrategias que les ayuden a mantenerse en el mercado y la mas fácil que encuentran( no necesariamente la mas efectiva), es la de despedir gente. Para los gerentes que nunca le dieron la importancia debida a la Planeación Estratégica, ahí les hablan. Al no tener detectadas y analizadas sus Debilidades y Amenazas en la FODA de su Planeación Estratégica, erróneamente consideran que deshaciéndose de gente, se amaina la crisis de su empresa.
No quiero decir que al adelgazamiento de las organizaciones se le deba restar importancia, claro que no. La redistribución de cargas de trabajo en cada área de la organización de acuerdo a las nuevas tendencias de servicio es fundamental, venta y producción según sea el caso. Pero de eso a ejecutar un despido masivo de trabajadores para hacer frente a la crisis, es como diagnosticarse un Mejoral para una enfermedad terminal. Esa estrategia debe aplicarse como medida extrema y después de haber aplicado otras estrategias menos costosas socialmente, sobre todo en un México donde la Ley de Trabajo es sumamente parcial hacia el trabajador lo que ocasiona a las empresas un enorme costo financiero.
Además, el despido de gente no es nada más el hecho de quitarse un salario. El costo social ha de tener un delicado impacto en la comunidad donde se aplique. El desempleo ocasiona el incremento de la delincuencia y por ende problemas sociales que no estamos preparados para atender eficientemente.
Por otra parte ante la crisis se requiere un desempeño importante del empleado. Ellos mas que nadie necesitan realizar un esfuerzo para sostenerse en las empresas ya que el inversionista si decide recortar gente, lo hará con los menos productivos y los mas problemáticos. Así que parte de la solución esta en los trabajadores de las empresas, aunque pareciera que en algunas de ellas los empleados son los menos interesados en cambiar de actitud. Sobre todo aquellos que sienten con el amparo y protección de sus sindicatos.
La cosa no parece estar fácil. Y se torna más difícil si no cambiamos de rumbo y actitudes.
Ante la crisis que agobia a las empresas se hace sumamente indispensable que estas apliquen estrategias que les ayuden a mantenerse en el mercado y la mas fácil que encuentran( no necesariamente la mas efectiva), es la de despedir gente. Para los gerentes que nunca le dieron la importancia debida a la Planeación Estratégica, ahí les hablan. Al no tener detectadas y analizadas sus Debilidades y Amenazas en la FODA de su Planeación Estratégica, erróneamente consideran que deshaciéndose de gente, se amaina la crisis de su empresa.
No quiero decir que al adelgazamiento de las organizaciones se le deba restar importancia, claro que no. La redistribución de cargas de trabajo en cada área de la organización de acuerdo a las nuevas tendencias de servicio es fundamental, venta y producción según sea el caso. Pero de eso a ejecutar un despido masivo de trabajadores para hacer frente a la crisis, es como diagnosticarse un Mejoral para una enfermedad terminal. Esa estrategia debe aplicarse como medida extrema y después de haber aplicado otras estrategias menos costosas socialmente, sobre todo en un México donde la Ley de Trabajo es sumamente parcial hacia el trabajador lo que ocasiona a las empresas un enorme costo financiero.
Además, el despido de gente no es nada más el hecho de quitarse un salario. El costo social ha de tener un delicado impacto en la comunidad donde se aplique. El desempleo ocasiona el incremento de la delincuencia y por ende problemas sociales que no estamos preparados para atender eficientemente.
Por otra parte ante la crisis se requiere un desempeño importante del empleado. Ellos mas que nadie necesitan realizar un esfuerzo para sostenerse en las empresas ya que el inversionista si decide recortar gente, lo hará con los menos productivos y los mas problemáticos. Así que parte de la solución esta en los trabajadores de las empresas, aunque pareciera que en algunas de ellas los empleados son los menos interesados en cambiar de actitud. Sobre todo aquellos que sienten con el amparo y protección de sus sindicatos.
La cosa no parece estar fácil. Y se torna más difícil si no cambiamos de rumbo y actitudes.
Nos Vemos…
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