Hoy mas que nunca se requiere que los gerentes de cualquier empresa, sea esta de la magnitud que sea, se apliquen en serio. Hablo inclusive de funcionarios públicos en quienes recae la responsabilidad de manejar recursos materiales, humanos y financieros. Todos, completamente todos, tenemos la necesidad de agudizar nuestra visión, mejorar nuestro empeño y ponernos a trabajar duro, duro y mas duro.
Habrá pues que dejar para mejores tiempos los gastos superfluos, tales como las salidas a comer con los ejecutivos visitantes en restaurantes de la localidad, que entre paréntesis, no han mejorado su servicio en lustros. Son, por lo tanto, tiempos de arremangarse las camisas, aflojarse la corbatita y….a chambear, porque hoy más que nunca, en las empresas hacen falta expertos capaces de anticipar escenarios futuros, interpretar contextos y analizar el comportamiento de los mercados locales, nacionales e internacionales en general. Y es que en este mundo globalizado con una realidad cambiante y vertiginosa en el día a día, lo mejor es colocarse firme.
Si invertimos el tiempo en leer los periódicos que lo único que hacen es dar publicidad a los políticos de moda y si las comidas de negocios las dedicamos a saludar como Adelita de desfile a los de las mesas que están a nuestro alrededor, ahí nos van a hallar.
Son otros tiempos.
Claro que los diferentes mandos de las empresas deben estar al pendiente del manejo de la política local y nacional, pero habrá que hacerlo como información, no como balsa de salvación. Deben conocer además, el crecimiento inflacionario, los estándares económicos nacionales, en fin, todos los temas candentes que reflejan el mapa en el que se mueve el país y del que muy seguramente son dependientes.
Las empresas no pueden perder la brújula y para ello se requieren gerentes y jefes de departamento excepcionales que además marquen el paso operando en contextos de incertidumbre y en cuestiones coyunturales que permitan reflejar a ciencia cierta lo que es la gestión empresarial.
Para lograr lo anterior las empresas necesitan desarrollar gente que posea un gran potencial directivo y con ello me refiero a:
- Una persona capaz de desarrollar una visión estratégica, respetar valores y liderar eficazmente equipos de trabajo orientados especialmente al cliente.
- Alguien que sepa conjugar acertadamente el ahora y el después. Que pueda vincular, medir y priorizar todas las variables que pueden afectar a la empresa y que tenga capacidad de actuar rápida y decididamente.
- Saber anticiparse… la anticipación junto con la capacidad de planificación son requerimientos fundamentales del día a día.
- Una capacidad de identificar claramente el rumbo y alinear al resto de la organización tras él. Hacer equipo y tener buena relación con el capital humano.
- Hoy no alcanza con ser un buen administrador. Las empresas exitosas se diferencian por que ven más allá de lo que perciben sus competidores. La clave radica en poseer más allá de las competencias minimamente indispensables: visión de negocio, liderazgo y flexibilidad, entre otras.
Si los directivos comienzan también a fortalecer los planes de carrera internos, verán como evoluciona la compañía por dentro y esto hará que se fortalezca también su imagen externa. Este tipo de compañías se distinguen del resto por poseer un mayor enfoque y planificación en cuanto a la sucesión general, las vicisitudes ocasionales y el compromiso con la búsqueda interna, la de explotar a la gente de adentro.
Por lo tanto las compañías nacionales deben buscar mejores directorios que desarrollen los valores agregados de la empresa si es que se quiere sobrevivir la inestabilidad del país. La clave siempre radica en estar fortalecidos con un directorio de gran rendimiento.
Las personas satisfechas y motivadas trabajan más y mejor. Esta afirmación puede parecer una obviedad, pero sólo se materializa cuando el director de la empresa así lo desea.
Es más, los expertos en psicología empresarial coinciden en señalar al jefe cómo el único responsable del éxito o del fracaso a la hora de conseguir un buen aspecto laboral y me parece que eso es lo que hace falta a nuestras empresas.
Que donde encuentran a estos paladines de la eficiencia ejecutiva?. Pues a lo mejor lo tienen sentado en un viejo escritorio atacado de papeles o lo traen haciendo depósitos en los bancos y ni cuenta se han dado de la joya que tienen. A lo mejor al que tienen dirigiendo a su empresa o un importante departamento de producción o mantenimiento esta mas interesado en irse a trabajar a los Estados Unidos que en la problemática que enfrenta la empresa o línea de producción, o esta preocupadísimo en que si ganan los Tigres, los Rayados o el Trípoli, en vez de que le quite el sueño el futuro de su empresa.
Muchas veces solamente hay que mirar hacia adentro, para rescatar lo mejor que tiene la empresa.
Nos Vemos…
Habrá pues que dejar para mejores tiempos los gastos superfluos, tales como las salidas a comer con los ejecutivos visitantes en restaurantes de la localidad, que entre paréntesis, no han mejorado su servicio en lustros. Son, por lo tanto, tiempos de arremangarse las camisas, aflojarse la corbatita y….a chambear, porque hoy más que nunca, en las empresas hacen falta expertos capaces de anticipar escenarios futuros, interpretar contextos y analizar el comportamiento de los mercados locales, nacionales e internacionales en general. Y es que en este mundo globalizado con una realidad cambiante y vertiginosa en el día a día, lo mejor es colocarse firme.
Si invertimos el tiempo en leer los periódicos que lo único que hacen es dar publicidad a los políticos de moda y si las comidas de negocios las dedicamos a saludar como Adelita de desfile a los de las mesas que están a nuestro alrededor, ahí nos van a hallar.
Son otros tiempos.
Claro que los diferentes mandos de las empresas deben estar al pendiente del manejo de la política local y nacional, pero habrá que hacerlo como información, no como balsa de salvación. Deben conocer además, el crecimiento inflacionario, los estándares económicos nacionales, en fin, todos los temas candentes que reflejan el mapa en el que se mueve el país y del que muy seguramente son dependientes.
Las empresas no pueden perder la brújula y para ello se requieren gerentes y jefes de departamento excepcionales que además marquen el paso operando en contextos de incertidumbre y en cuestiones coyunturales que permitan reflejar a ciencia cierta lo que es la gestión empresarial.
Para lograr lo anterior las empresas necesitan desarrollar gente que posea un gran potencial directivo y con ello me refiero a:
- Una persona capaz de desarrollar una visión estratégica, respetar valores y liderar eficazmente equipos de trabajo orientados especialmente al cliente.
- Alguien que sepa conjugar acertadamente el ahora y el después. Que pueda vincular, medir y priorizar todas las variables que pueden afectar a la empresa y que tenga capacidad de actuar rápida y decididamente.
- Saber anticiparse… la anticipación junto con la capacidad de planificación son requerimientos fundamentales del día a día.
- Una capacidad de identificar claramente el rumbo y alinear al resto de la organización tras él. Hacer equipo y tener buena relación con el capital humano.
- Hoy no alcanza con ser un buen administrador. Las empresas exitosas se diferencian por que ven más allá de lo que perciben sus competidores. La clave radica en poseer más allá de las competencias minimamente indispensables: visión de negocio, liderazgo y flexibilidad, entre otras.
Si los directivos comienzan también a fortalecer los planes de carrera internos, verán como evoluciona la compañía por dentro y esto hará que se fortalezca también su imagen externa. Este tipo de compañías se distinguen del resto por poseer un mayor enfoque y planificación en cuanto a la sucesión general, las vicisitudes ocasionales y el compromiso con la búsqueda interna, la de explotar a la gente de adentro.
Por lo tanto las compañías nacionales deben buscar mejores directorios que desarrollen los valores agregados de la empresa si es que se quiere sobrevivir la inestabilidad del país. La clave siempre radica en estar fortalecidos con un directorio de gran rendimiento.
Las personas satisfechas y motivadas trabajan más y mejor. Esta afirmación puede parecer una obviedad, pero sólo se materializa cuando el director de la empresa así lo desea.
Es más, los expertos en psicología empresarial coinciden en señalar al jefe cómo el único responsable del éxito o del fracaso a la hora de conseguir un buen aspecto laboral y me parece que eso es lo que hace falta a nuestras empresas.
Que donde encuentran a estos paladines de la eficiencia ejecutiva?. Pues a lo mejor lo tienen sentado en un viejo escritorio atacado de papeles o lo traen haciendo depósitos en los bancos y ni cuenta se han dado de la joya que tienen. A lo mejor al que tienen dirigiendo a su empresa o un importante departamento de producción o mantenimiento esta mas interesado en irse a trabajar a los Estados Unidos que en la problemática que enfrenta la empresa o línea de producción, o esta preocupadísimo en que si ganan los Tigres, los Rayados o el Trípoli, en vez de que le quite el sueño el futuro de su empresa.
Muchas veces solamente hay que mirar hacia adentro, para rescatar lo mejor que tiene la empresa.
Nos Vemos…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario