Piedras Negras es mucho más grande que sus problemas. Nuestro Pueblo como lo hizo anteriormente, sabrá salir delante de sus peores pesadillas que hoy la abruman. No me refiero a la crisis política que es una constante, sino a los problemas de inseguridad, desempleo galopante y la continua devaluación de nuestra moneda.
Desde las inundaciones del 28 de Junio de 1954 hasta la inundación y tromba en Villa de Fuente, Piedras Negras ha sabido superarlas con orgullo y dignidad provinciana. Ya no son las inundaciones y las trombas las que nos hacen daño. Ahora es la delincuencia organizada la que nos azota tiñendo nuestras calles de sangre.
Lejos está quedando nuestra tranquilidad cuando nuestras calles están patrulladas por el ejército y la PGR ante la oleada de delitos que nos ha llegado al pueblo.
Dejamos de ser la provincia envidiada.
Lejos quedaron aquellas épocas donde tomados de la mano paseábamos con nuestra novia por las calles del pueblo. Más lejos aun quedo la época donde todos nos conocíamos y nos saludábamos dándonos la bendicion. Fuimos una familia que se fue desmoronando ante la llegada de la Industria Maquiladora, las Termoeléctricas y Micare. Que trajeron desarrollo económico al pueblo, si, pero también muchísima gente que se integro a nuestras familias, a nuestra sociedad. Muchos para bien... muchos para mal.
Piedras Negras ha sido y será más fuerte que sus problemas. Porque la verdadera familia nigropetence no es aquella que busca enriquecerse con el delito. No es aquella que vienen e instalan un negocio en nuestro suelo para explotar a sus trabajadores y perjudicar a la ciudadanía con estrategias de acaparamiento para luego inflar los precios ante una crisis. No son aquellos gerentes de empresas que nuestra sociedad les abre sus brazos y como retribución explotan a sus trabajadores con bajos salarios y tratos injustos. No, esas no son familias de nuestro pueblo.
La verdadera familia nigropetence aun saluda viéndote a los ojos. La verdadera familia nigropetence respeta al bolero, al mesero y al voceador, tratándolos de frente y por su nombre. La verdadera familia nigropetence añora de su pueblo su tranquilidad y limpieza. La verdadera familia nigropetence respeta su historia y sus costumbres. La verdadera familia nigropetence no se importa, ya vive aquí. Las exportamos, pero añoran siempre el regreso al terruño. Nuestro pueblo es exportador de familias honorables y de bien. A Mucho Orgullo hi'ñor!!
Nos Vemos…
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