“Tenemos el gobierno que nos merecemos”.
Repetida frase que nos queda al puro centavo tomando en cuenta los últimos acontecimientos estatales y nacionales de los cuales hemos sido objeto.
Fíjense nada mas, nosotros suponemos que al votar por nuestros representantes estatales y nacionales elegimos a una persona digna de nuestra confianza ¿no?, que este vele por los intereses de su pueblo y que el señor lleve nuestra voz a la mas alta tribuna política estatal o nacional ¿verdad?.
Bueno, pues parece ser que votamos por ellos unicamente para tenerlos sentaditos en sus acojinadas sillas, disfrutando de salarios y bonos ofensivos y levantando tranquilamente su manita para aprobar cuanta ley se les ocurra a los partidos, gobernadores y presidentes y las cuales, regularmente van en contra de toda moral, de todo principio y de toda cultura como las que han implantado ultimamente a nivel estatal y a nivel nacional.
Como se podran haber dado cuenta, "cabeceamos pues, para el lado del trancazo".
Hace unos meses se autorizo en nuestro estado la ley para que los “jotos” se pudieran casar y hace días a nivel nacional el permiso para matar niños de antes de 12 semanas de gestación (si, ya basta de títulos rimbombantes que confunden a la gente), leyes que agobian y avergüenzan al menos, a las personas que aun tienen bien fundado su criterio, el sentido común, su cultura y los principios morales.
Ambas leyes han tenido una publicidad internacional que nos llena de pena.
"Es un castigo de Dios" dijo el Padre Carlos Aguilera tras los acontecimientos de Villa de Fuente, "...porque atentamos contra la naturaleza y esta nos la regresa aun mas fuerte convertido en un tornado llevándose en su paso vidas, casas y edificios sin misericordia". Así sin misericordia, nosotros atentamos contra la naturaleza al aprobar esas leyes. "¿Que querían? ¿Tostaditas de maíz?", comento a los reporteros en su muy particular estilo de decir las cosas, molesto por los acontecimientos, pero activo y servicial como siempre.
Lo que sucedió a los pobladores de Villa de Fuente nos entristece y nos hace reflexionar sobre lo frágil que somos ante la naturaleza y ante la mano de Dios. Nos duele sinceramente lo que les sucede a familiares y amigos porque son parte de nuestra vida. Nos da un gusto enorme ver la solidaridad mostrada en esta tragedia por parte de la iniciativa privada, autoridades municipales civiles y militares, clubes de servicio y voluntarios, en fin, por todos los que participan y participaran en la ayuda para nuestros amigos de Villa de Fuente.
Desde aquí de esta sencilla columna, un mensaje para mi querido Padre Carlos Aguilera. "Fortaleza padre y continúe usted predicando con el ejemplo como lo ha hecho toda su vida. Tenga usted la seguridad que las comunidades de Piedras Negras y Villa de Fuente le ayudaremos a construir de nuevo su iglesia que tantas bendiciones nos ha dado. Lo necesitamos con nosotros en cuerpo y alma por lo que le pedimos que se cuide y descanse lo necesario para levantarse con el ánimo que lo caracteriza, a seguir salvando almas y a continuar velando por sus niños..."
Señores; no busquemos culpables ahorita por favor hombre. Por el contrario, se requiere la solidaridad comunitaria que nos caracteriza a los nigropetences para ayudar a nuestra gente y a nuestra iglesia...
Nos vemos……….
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