Este proximo jueves celebramos la tradicional fiesta del “Thanksgiving” o de Acción de Gracias. Se conmemora la reunión entre los primeros colonizadores y los indios nativos americanos con el fin de agradecer a Dios por la abundante cosecha que habían obtenido gracias a las enseñanzas de los naturales y a la acogida que aquellos les habían brindado.
Los colonos pertenecían a un grupo de Separatistas de la iglesia de Inglaterra que se regían estrictamente por los principios morales establecidos en la Biblia. Desconocían la autoridad del monarca y se creían elegidos por Dios, para dispersar su palabra. Al ser perseguidos en su país, emigraron desde Inglaterra a Holanda, donde vivieron doce años, durante los cuales pudieron expresar libremente sus ideas. Sin embargo, los problemas políticos entre España y Holanda, así como el “peligroso” apego de sus hijos al nuevo país, los convencieron de la necesidad de buscar un lugar neutral adonde asentarse. Fue así, que aprovechando los afanes colonialistas de Inglaterra en América, y luego de un viaje penoso y accidentado, lograron asentarse en el Nuevo Mundo, en la Bahía de Plymouth.
Cuando los colonos llegaron a América consideraron que los territorios que poblaron eran de dominio público y se asentaron libremente, desplazando a los naturales del lugar. En los viajes de exploración al interior de estas tierras, se apropiaron de las reservas de maíz de los indios y de las semillas que ellos guardaban. Posteriormente, gracias a la sabia administración del que nombraron como gobernador de la colonia de Plymouth, William Bradford, llegaron a un acuerdo por el cual se creó una sabia convivencia de mutuo respeto con los indios. Estos últimos les enseñaron a cultivar el maíz y a pescar. Bradford murió en 1657.
Con el paso del tiempo, las colonias británicas fueron ocupadas por muchos grupos provenientes de otros países, quienes fueron apropiándose indiscriminada e injustamente de los territorios indígenas. Se ocasionaron conflictos continuos con los indios, ocasionando su exterminación masiva.
En 1637, cerca de lo que hoy es Groton, Connecticut, mercenarios ingleses y holandeses causaron la masacre de 700 hombres, mujeres y niños indios, quienes se habían reunido para celebrar su Festival del Maíz. En el nombre de Dios celebraron su “triunfo sobre los infieles” y tomaron como esclavos a algunos de los indios. Gradualmente las tribus nativas perdieron sus derechos sobre sus tierras, y no fue hasta 1879 que los indios fueron reconocidos como personas por sus invasores.
Entre 1778 y 1871 se negociaron tratados con las tribus, por los cuales aquellos renunciarían a sus derechos a cazar y vivir dentro de las grandes extensiones de las que habían sido dueños y se circunscribirían en un determinado territorio, a cambio de recibir una dotación de bienes de consumo, pagos anuales, y promesas de no intervención. Fueron desplazados hacia el Oeste y hacia 1830, se fueron creando las primeras reservaciones indias. Las tribus conservaban la soberanía del territorio asignado y los Estados Unidos prometían protegerlos de los ataques de otras tribus o de los colonos. Así también, seria más fácil evangelizar a aquellos “salvajes” que así los consideraban.
Fue recién en 1924 que el indio americano fue considerado ciudadano de este país, y tuvieron que pasar otros 20 años antes de que pudiesen votar.Durante la primera Guerra Mundial, casi 9,000 indios americanos sirvieron en las fuerzas armadas y pelearon y murieron en defensa de una nación que ni siquiera los reconocía como ciudadanos. En 1919 el Congreso otorgó la ciudadanía a los indios veteranos de la primera guerra mundial, pero muchos no siguieron el proceso para regularizarse. Un indio americano decía: “Cómo pueden venir estos europeos y decirnos que podemos ser ciudadanos de nuestro propio país?
Para los indios las reservaciones no significan tanto las tierras respetadas de sus antepasados. Más bien representan una forma de segregación racial; de alejamiento del resto de la población.
Hoy los descendientes de los europeos que fueron acogidos por los indios y a los que les pagaron mal desplazándolos, se olvidan de sus orígenes, y muy cómodamente rechazan a los nuevos inmigrantes de un país donde ellos también lo fueron. Las leyes de inmigración actuales y los casos de discriminación racial se vienen arrastrando desde hace mucho, convirtiéndose en “pasto de polémica” de cada día.
Estamos celebrando el real significado de “compartir” en el Día de Acción de Gracias? Del propósito que se hizo esta nación formada básicamente por inmigrantes, y donde los verdaderos dueños siguen en reservaciones, y tienen derechos limitados?
Nos Vemos...
Los colonos pertenecían a un grupo de Separatistas de la iglesia de Inglaterra que se regían estrictamente por los principios morales establecidos en la Biblia. Desconocían la autoridad del monarca y se creían elegidos por Dios, para dispersar su palabra. Al ser perseguidos en su país, emigraron desde Inglaterra a Holanda, donde vivieron doce años, durante los cuales pudieron expresar libremente sus ideas. Sin embargo, los problemas políticos entre España y Holanda, así como el “peligroso” apego de sus hijos al nuevo país, los convencieron de la necesidad de buscar un lugar neutral adonde asentarse. Fue así, que aprovechando los afanes colonialistas de Inglaterra en América, y luego de un viaje penoso y accidentado, lograron asentarse en el Nuevo Mundo, en la Bahía de Plymouth.
Cuando los colonos llegaron a América consideraron que los territorios que poblaron eran de dominio público y se asentaron libremente, desplazando a los naturales del lugar. En los viajes de exploración al interior de estas tierras, se apropiaron de las reservas de maíz de los indios y de las semillas que ellos guardaban. Posteriormente, gracias a la sabia administración del que nombraron como gobernador de la colonia de Plymouth, William Bradford, llegaron a un acuerdo por el cual se creó una sabia convivencia de mutuo respeto con los indios. Estos últimos les enseñaron a cultivar el maíz y a pescar. Bradford murió en 1657.
Con el paso del tiempo, las colonias británicas fueron ocupadas por muchos grupos provenientes de otros países, quienes fueron apropiándose indiscriminada e injustamente de los territorios indígenas. Se ocasionaron conflictos continuos con los indios, ocasionando su exterminación masiva.
En 1637, cerca de lo que hoy es Groton, Connecticut, mercenarios ingleses y holandeses causaron la masacre de 700 hombres, mujeres y niños indios, quienes se habían reunido para celebrar su Festival del Maíz. En el nombre de Dios celebraron su “triunfo sobre los infieles” y tomaron como esclavos a algunos de los indios. Gradualmente las tribus nativas perdieron sus derechos sobre sus tierras, y no fue hasta 1879 que los indios fueron reconocidos como personas por sus invasores.
Entre 1778 y 1871 se negociaron tratados con las tribus, por los cuales aquellos renunciarían a sus derechos a cazar y vivir dentro de las grandes extensiones de las que habían sido dueños y se circunscribirían en un determinado territorio, a cambio de recibir una dotación de bienes de consumo, pagos anuales, y promesas de no intervención. Fueron desplazados hacia el Oeste y hacia 1830, se fueron creando las primeras reservaciones indias. Las tribus conservaban la soberanía del territorio asignado y los Estados Unidos prometían protegerlos de los ataques de otras tribus o de los colonos. Así también, seria más fácil evangelizar a aquellos “salvajes” que así los consideraban.
Fue recién en 1924 que el indio americano fue considerado ciudadano de este país, y tuvieron que pasar otros 20 años antes de que pudiesen votar.Durante la primera Guerra Mundial, casi 9,000 indios americanos sirvieron en las fuerzas armadas y pelearon y murieron en defensa de una nación que ni siquiera los reconocía como ciudadanos. En 1919 el Congreso otorgó la ciudadanía a los indios veteranos de la primera guerra mundial, pero muchos no siguieron el proceso para regularizarse. Un indio americano decía: “Cómo pueden venir estos europeos y decirnos que podemos ser ciudadanos de nuestro propio país?
Para los indios las reservaciones no significan tanto las tierras respetadas de sus antepasados. Más bien representan una forma de segregación racial; de alejamiento del resto de la población.
Hoy los descendientes de los europeos que fueron acogidos por los indios y a los que les pagaron mal desplazándolos, se olvidan de sus orígenes, y muy cómodamente rechazan a los nuevos inmigrantes de un país donde ellos también lo fueron. Las leyes de inmigración actuales y los casos de discriminación racial se vienen arrastrando desde hace mucho, convirtiéndose en “pasto de polémica” de cada día.
Estamos celebrando el real significado de “compartir” en el Día de Acción de Gracias? Del propósito que se hizo esta nación formada básicamente por inmigrantes, y donde los verdaderos dueños siguen en reservaciones, y tienen derechos limitados?
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