29 de mayo de 2025

Vengase Bañao…!!

Crisis de gobernabilidad en el Cabildo de Piedras Negras


Para que una administración municipal funcione con eficacia, es indispensable que en el Cabildo prevalezca la armonía institucional. Sin embargo, en Piedras Negras ocurre todo lo contrario: el órgano colegiado parece más un cuadrilátero que un espacio de deliberación política. Las diferentes fracciones, lejos de construir consensos, se enfrentan de forma constante y abierta contra el alcalde y sus propuestas, con un nivel de confrontación que incluye insultos y descalificaciones.


Con la transmisión pública de las sesiones a través de redes sociales, la ciudadanía ha podido constatar directamente el deterioro del nivel de debate. Lejos de discusiones técnicas o estratégicas, las reuniones del Cabildo se han convertido en espectáculos que rivalizan con una telenovela, donde el drama y el conflicto priman sobre el diálogo y la negociación. Lo más alarmante es que incluso dentro de las mismas fuerzas políticas hay choques internos, lo que agrava la fragmentación del cuerpo colegiado.


Resulta inaudito que la máxima tribuna del gobierno municipal se haya degradado a tal nivel. Lo que se observa son comportamientos infantiles por parte de quienes deberían ser ejemplo de civilidad y profesionalismo. Gritos, acusaciones personales, y expresiones propias del lenguaje de los narcocorridos, como el infame “véngase bañao”, han sido pronunciadas en plena sesión por figuras como el presidente municipal Carlos Jacobo Rodríguez y el primer regidor Ricardo Múzquiz. La escena, digna de un combate de box, solo genera vergüenza y desprestigia a la institución.


Este tipo de enfrentamientos no solo compromete la imagen del gobierno local, sino que también pone en entredicho su capacidad para resolver los problemas de la ciudad. Es urgente que los actores políticos retomen el camino del diálogo y la responsabilidad. No es aceptable que una ciudad como Piedras Negras, que presume de ser una de las más seguras del país, tenga un gobierno municipal caracterizado por la violencia verbal y la inmadurez emocional.


Lo que se necesita es madurez política, sentido institucional y control emocional. La ciudadanía merece funcionarios que estén a la altura del cargo, no adolescentes atrapados en un recreo permanente. La actual división en el Cabildo no solo dificulta la toma de decisiones, sino que ha sembrado desconfianza y generado un clima de incertidumbre sumamente nocivo para la gobernabilidad.


Si no hay un cambio de actitud inmediato, el costo político y social lo terminarán pagando los ciudadanos.


Lic. Javier Zacarías

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