En la sala de espera del hospital siempre me encontraba con una señora que asistía a recibir su penosa y cruel dosis de quimioterapia. La veia muy triste. Estaba consiente, (después me comentó) que no duraría mucho para seguir disfrutando a su familia y eso la hacia sentise mal. Me saludaba al encontrarnos en la sala de espera, hasta que una vez se animó a platicar conmigo.
En un tono triste me contó que hacia un mes le habían diagnosticado cáncer de pulmón debido principalmente a la gran cantidad de humo de tabaco que inhalo durante gran parte de su vida. Tres meses de vida le había dado el oncólogo.
Doña Rosario tenía 63 años. Muy joven para el padecimiento que inevitablemente le costaría la vida. Una vida enmarcada en dulces episodios llenos de dicha y felicidad y por los cuales se le humedecían sus ojos cuando me platicaba su pesar porque en un futuro muy próximo no volvería ver a sus hijos y ser testigo del desarrollo de sus dos nietos que tenían poco de haber nacido y uno mas que venia en camino. Se entristecía de no poder estar presente en los futuros eventos que se perdería al morir debido a tan criminal vicio. Mi corazón de pollo se me despedazaba como buñuelo al escucharla. Su esposo Don Roberto, un simpático larguirucho, fuerte y sano individuo de 70 años nos encontró platicando tranquilamente y disfrutando del típico rancio café de hospital.
No tiene caso detallar a ustedes las estadísticas funestas que existen en el mundo de los fumadores. Lo que si les comentaré una vez mas, es lo detestable que es estar comiendo con una chimenea en seguida de tu mesa. Si tu no eres fumador, estarás de acuerdo conmigo, pero si lo eres….no la friegues! El derecho que tu tienes de escoger el tipo de muerte, no te lo da el escoger la mía.
En 1985 Yul Brynner, conocido por su papel en la película "El rey y yo", falleció de cáncer de pulmón. Meses antes de su muerte hizo pública la causa de su enfermedad: el tabaco. Un anuncio de televisión recogió su testimonio: "Hagas lo que hagas no fumes". Una frase lapidaria y una voz en 'off' que presenta al invitado: "Señores y señoras, el último Yul Brynner". Un primer plano del 'invitado' que se mantiene hasta el final. Se escuchan sus palabras. "Realmente quería hacer un anuncio cuando descubrí que estaba tan enfermo y que mi tiempo era tan limitado. Quería hacer un anuncio que dijera simplemente: ahora que me he ido, te digo que no fumes, hagas lo que hagas no fumes. Si pudiera retroceder y no fumar no estaría hablando de cáncer. Estoy convencido de ello." El anuncio, que dura unos 30 segundos, muestra una intervención del actor en el programa 'Good Morning America' de la cadena ABC News. En ella Brynner explica que le hubiera gustado grabar un mensaje publicitario avisando del peligro del tabaco. Poco después de su fallecimiento, la Sociedad Oncológica Americana decidió cumplir su deseo y puso estas imágenes al servicio de la opinión pública, según explica 'The New York Times'. La iniciativa resultó muy impactante y parece que, a raíz de ella, muchas personas decidieron abandonar el consumo.Brynner tenía 63 años cuando se le identificó un cáncer de pulmón y hacía 15 que no probaba el tabaco. Entonces fue consciente de la potencia con la que puede actuar el tabaco.
Doña Rosario tenía 63 años. Muy joven para el padecimiento que inevitablemente le costaría la vida. Una vida enmarcada en dulces episodios llenos de dicha y felicidad y por los cuales se le humedecían sus ojos cuando me platicaba su pesar porque en un futuro muy próximo no volvería ver a sus hijos y ser testigo del desarrollo de sus dos nietos que tenían poco de haber nacido y uno mas que venia en camino. Se entristecía de no poder estar presente en los futuros eventos que se perdería al morir debido a tan criminal vicio. Mi corazón de pollo se me despedazaba como buñuelo al escucharla. Su esposo Don Roberto, un simpático larguirucho, fuerte y sano individuo de 70 años nos encontró platicando tranquilamente y disfrutando del típico rancio café de hospital.
No tiene caso detallar a ustedes las estadísticas funestas que existen en el mundo de los fumadores. Lo que si les comentaré una vez mas, es lo detestable que es estar comiendo con una chimenea en seguida de tu mesa. Si tu no eres fumador, estarás de acuerdo conmigo, pero si lo eres….no la friegues! El derecho que tu tienes de escoger el tipo de muerte, no te lo da el escoger la mía.
En 1985 Yul Brynner, conocido por su papel en la película "El rey y yo", falleció de cáncer de pulmón. Meses antes de su muerte hizo pública la causa de su enfermedad: el tabaco. Un anuncio de televisión recogió su testimonio: "Hagas lo que hagas no fumes". Una frase lapidaria y una voz en 'off' que presenta al invitado: "Señores y señoras, el último Yul Brynner". Un primer plano del 'invitado' que se mantiene hasta el final. Se escuchan sus palabras. "Realmente quería hacer un anuncio cuando descubrí que estaba tan enfermo y que mi tiempo era tan limitado. Quería hacer un anuncio que dijera simplemente: ahora que me he ido, te digo que no fumes, hagas lo que hagas no fumes. Si pudiera retroceder y no fumar no estaría hablando de cáncer. Estoy convencido de ello." El anuncio, que dura unos 30 segundos, muestra una intervención del actor en el programa 'Good Morning America' de la cadena ABC News. En ella Brynner explica que le hubiera gustado grabar un mensaje publicitario avisando del peligro del tabaco. Poco después de su fallecimiento, la Sociedad Oncológica Americana decidió cumplir su deseo y puso estas imágenes al servicio de la opinión pública, según explica 'The New York Times'. La iniciativa resultó muy impactante y parece que, a raíz de ella, muchas personas decidieron abandonar el consumo.Brynner tenía 63 años cuando se le identificó un cáncer de pulmón y hacía 15 que no probaba el tabaco. Entonces fue consciente de la potencia con la que puede actuar el tabaco.
Esperamos que la Ley que acaba de pasar la burocracia gubernamental se lleve a cabo y se aplique con todo el rigor que demanda el caso. Aunque lo dudo mucho. Nuestro pueblo y las autoridades no están capacitados para hacer frente a esta Ley y mucho menos en nuestra ciudad. Ya los quiero ver exigiéndole a un viejo mal encachado y sombrerudo que apague su cigarro porque esta prohibido fumar en el establecimiento...les van a sobrar cachetadas!
Con instalar avisos de area de fumar en los restaurantes del pueblo no basta. No se debe fumar segun la Ley y hay que acatarla....o no?
Fíjense; Según los datos de la Organización Mundial Contra el Cáncer, que agrupa asociaciones de 86 países diferentes, 700 millones de niños (la mitad de la infancia mundial) respiran aire contaminado por el humo del tabaco. En casa, en el coche o en sus lugares de ocio, estos pequeños aspiran una mezcla tóxica compuesta por nicotina, monóxido de carbono o cianuro, entre otros ingredientes.
Fíjense; Según los datos de la Organización Mundial Contra el Cáncer, que agrupa asociaciones de 86 países diferentes, 700 millones de niños (la mitad de la infancia mundial) respiran aire contaminado por el humo del tabaco. En casa, en el coche o en sus lugares de ocio, estos pequeños aspiran una mezcla tóxica compuesta por nicotina, monóxido de carbono o cianuro, entre otros ingredientes.
En nuestro país, la Asociación Mexicana contra el Cáncer (AMCC) calcula que entre un 50% y un 70% de los niños y jóvenes viven en un ambiente tabáquico, ya sea porque fuman sus padres o bien las personas a su cargo. De hecho, según datos, el 52% de los fumadores mexicanos lo hace delante de sus hijos y un 7% fuma mientras les lleva en el coche.
'Me encanta vivir sin humo', dicen los protagonistas de la campaña a sus padres. Y los especialistas les recuerdan que es importante que no fumen el hogar ni el coche, que enseñen a sus hijos a mantenerse alejados del humo de los fumadores, que no les lleven a lugares donde se permita fumar y sobre todo, que den ejemplo y abandonen el cigarro.
"El 40% de los casos de cáncer pueden prevenirse mediante hábitos saludables. El primer paso hacia la prevención consiste en la educación, comenzando por los padres y sus hijos. Cualquier progreso en este campo significa una menor pérdida de vidas".
Fumó usted mucho? le pregunté a Doña Rosario en la sala de espera de aquel hospital. No, me dijo, jamás he fumado. El que fuma es éste!, dirigiendo su mirada con una mezcla de reproche y perdón al simpático compañero de su vida. Lleno de vida don Beto fue el causante directo de la muerte de su mujer. El humo de segunda mano cobró así, una victima más.
Ahí se las dejo.
Nos Vemos…
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