Nunca me cansaré de decirlo y escribirlo donde sea posible: la gente de Piedras Negras tiene el valor, la entrega, la inteligencia y la voluntad necesarias para salir adelante, sin importar las circunstancias.
Hemos resistido embates de la naturaleza convertidos en tornados, inundaciones, sequías interminables, calores insoportables o fríos que calan los huesos. Y aquí seguimos, al pie del cañón. A veces por necesidad, a veces por costumbre, pero siempre por amor a esta tierra. También hemos enfrentado crisis económicas provocadas por decisiones ajenas, devaluaciones que favorecen a unos cuantos y desempleo que golpea con fuerza a muchas familias. Y ni hablar de las crisis políticas, algunas impulsadas por gente que ni siquiera es de aquí, o peor aún, por quienes siendo de casa, pusieron sus intereses por encima del bien común. Ustedes saben quienes son… y si no, pues mejor.
Y aun así, Piedras Negras siempre encuentra la forma de seguir adelante.
Lo que quiero subrayar es que cuando trabajamos juntos, salimos adelante. Así como lo hicimos en la gran inundación de 1954, o lo que sucedió en Villa de Fuente ante otro fuerte golpe de la naturaleza. En esos momentos, la comunidad se organiza, trabaja codo a codo con las autoridades y demuestra de lo que está hecha.
Pero cuando se trata de enfrentar las crisis económicas y financieras, las estrategias cambian. Cada quien jala por su lado. Empresarios, comerciantes e industriales suelen actuar de forma aislada, sin una visión común que nos permita salir todos juntos del bache.
Y eso nos ha costado y está costando muy caro.
Un pueblo unido jamás será vencido. Pero el pueblo no son sólo las autoridades, ni las grandes empresas o comercios. El pueblo somos todos. Todos los que vivimos aquí. Si no entendemos que consumir lo que aquí se produce o se vende es una forma concreta de cuidar nuestros empleos y nuestra economía, el dinero se irá a otros lados… o a otros países. Y con él, los empleos que tanto necesitamos.
Necesitamos sembrar esta conciencia desde temprano. Hay que ir a las escuelas, hablar con niños y jóvenes y enseñarles que lo local tiene valor. Que el trabajo de sus papás depende muchas veces del comercio de aquí. Que si apoyamos lo nuestro, ganamos todos.
Si grandes empresas como la Corona, las termoeléctricas, Rassini y maquiladoras, entre otras no encuentran un mercado activo en Piedras Negras, es natural que sus compras y contratos se vayan a proveedores de otras regiones. ¿Y qué pasa entonces? Que la derrama económica también se va con ellos. Muchos de esos contratos acaban en manos de empresas a cientos de kilómetros, simplemente porque ofrecen mejores precios… y crédito.
Por eso insisto: salir de las crisis económicas no depende sólo del gobierno. Las estrategias más importantes las tenemos que construir nosotros. Desde abajo. Unidos.
Javier Zacarias
#PiedrasNegras
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