4 de julio de 2025

Todo sigue igual… hasta las justificaciones.

A propósito de las lluvias que recientemente han azotado nuestra ciudad, me di a la tarea de buscar un artículo que escribí en mi blog allá por septiembre de 2013. ¿Y qué creen? Todo sigue igual… incluso las excusas.

Léanlo y comprueben por ustedes mismos que los políticos y funcionarios —sin importar el color de su camiseta ni el género que los defina— son, han sido y seguirán siendo exactamente lo mismo: expertos en justificar lo injustificable, ayer, hoy y mañana.

Ahí les va…

“Justificaciones sobran para evadir responsabilidades.

Hace tres meses, Piedras Negras vivió una de las peores inundaciones de su historia. Daños materiales cuantiosos, familias desplazadas, comercios afectados. Hoy, muchas de esas familias aún no se reponen del golpe, y el comercio local —siempre víctima de las decisiones erráticas de sus gobernantes— no sólo fue afectado por la naturaleza, sino por la indiferencia institucional.

Calles destrozadas, tuberías colapsadas, drenajes saturados. Arroyos que deberían aliviar el cauce de las tormentas quedaron inservibles… si es que alguna vez estuvieron diseñados para servir de algo. Lo que sí fluyó sin obstáculos fue la frustración, el coraje y la impotencia de los ciudadanos.

La ayuda oficial que tanto presumieron funcionarios estatales y municipales en medios, no llegó a tiempo ni a quien debía. Las buenas intenciones de unos pocos fueron manchadas por la corrupción de los de siempre: líderes de colonia que repartieron despensas como si fueran propias, beneficios entregados a discreción, con criterio partidista o por simple oportunismo.

Y mientras tanto, el alcalde, apareció en televisión dando órdenes cómodamente bajo techo. Le cedió protagonismo al candidato de su partido, quien —con escoba en mano y sonrisa de campaña— se dejó ver en colonias afectadas, incluso aventándose al lodo con niños para la foto. Imagen que, siendo causa de burla y vergüenza, circuló en noticieros nacionales y medios locales. Publicidad electoral disfrazada de servicio.

Pero el pueblo tiene memoria corta, y los políticos lo saben.

Han pasado tres meses desde aquellas imágenes grotescas e imborrables. Y hoy, la ciudad sigue igual. Peor aún: sigue igual con descaro.

Zanjas abiertas desde entonces. Calles intransitables porque los registros siguen inservibles. Arroyos repletos de basura. Bardas que todos saben que obstruyen el cauce, pero nadie toca. Invasiones a cauces que nadie desaloja. Camellones que más que embellecer, inundan. Todo igual.

Las autoridades, también.

Esas mismas autoridades reconocibles por su pasividad, soberbia y corrupción. Para todo tienen una excusa a la mano: que si el FONDEN no ha llegado, que si no hay recursos, que si es zona federal, que si es muy caro. Pero para organizar fiestas, no hay restricciones.

Ahí sí hay millones para conmemorar la independencia, para cabalgatas, charreadas, caminatas domingueras. Eventos de relumbrón financiados con dinero público, bajo la lógica perversa de que el pueblo, mientras esté entretenido, no exige.

Patrañas.

Saben perfectamente que esos gastos son difíciles de auditar, y aprovechan la ineficacia —o complicidad— de los órganos fiscalizadores. El dinero se tira, se embolsa, se quema como los fuegos artificiales del cierre de la fiesta patria. Y luego, sin rubor, claman a los cuatro vientos que no hay dinero para lo verdaderamente urgente.

Hace dos semanas llovió en Piedras Negras, y los arroyos volvieron a desbordarse. Ayer volvió a llover… y lo mismo: calles inundadas, vehículos varados, zanjas abiertas, colonias bajo el agua, comités inoperantes y la ciudad —una vez más— sufriendo. Todo causado por lo mismo, agravado por lo mismo, olvidado por los mismos.

Todo sigue igual.
Hasta las excusas.
Hasta las autoridades.
Hasta el descaro.

Siguen autorizando construcciones en las partes bajas de la ciudad. Siguen permitiendo camellones y bardas que obstruyen el flujo natural del agua. Siguen ignorando las advertencias porque les importa poco el futuro: saben que en cuatro años se van, y que sus errores los pagará otro… o mejor dicho, los pagará el pueblo.

Y el pueblo sigue votando por la misma casta. Esa que tiene la ciudad reluciente sólo por donde pasará la suegra o la caravana. Pero bajo la alfombra, hay corrupción, simulación, inseguridad, baches, drenajes colapsados, obras mal hechas y, sobre todo, una profunda incapacidad para gobernar con decencia.

Y lo peor de todo es que lo permitimos. Porque nosotros también tenemos la culpa.”

¿Como ven? Tiene similitud ese artículo de hace 12 años con lo que sucede actualmente en nuestra ciudad? 

Javier Zacarias

Presidencia Municipal de Piedras Negras
#PiedrasNegras
#Coahuila

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